vivian wolloh

"La motherboard o placa madre de circuitos en la obra de Vivian Wolloh también puede comprenderse como la analogía perfecta de la búsqueda de un orden mental previsible, a través de un patrón de funcionalidad y pertenencia a un sistema integrado de elementos. En este sentido, la pintura de Wolloh se revela como una trascripción psíquica, en la que el lienzo funciona como un espejo que proyecta imágenes mentales bajo la forma de panoramas electrónicos."

Miguel Zegarra

En circuitos, Vivian Wolloh presenta un conjunto pictórico que es resultado de la investigación visual de placas de circuitos electrónicos. El nombre de “ placa madre” - motherboard- nos remite a la búsqueda de una matriz de origen.

Wolloh nos propone un viaje en cada libre que amplia nuestros campos convencionales de observación a travez del ejercicio pictórico. La artista expande y contrae un campo de percepción en el que la superposición de areas cromáticas delimita los distintos elementos que componen los sistemas integrados de circuitos.

El punto de partida para la realización de estas pinturas esta asociado a la noción de Color field, la perspectiva espacial del area cromática en el lienzo. Se trata de una aproximado tecnica antagónica con respecto al caracter programado de los objetos representados . En este proceso la mirada de la artista se enfoca progresivamente, con el fin de configurar una imagen especifica. Podemos ver las fluctuaciones de su percepción durante la ejecución de las pinturas : acercamientos y alejamientos definen de forma nitida o difusa, superficies , relieves y vacíos.

La representación de las placas descubre una aproximación espacial asociada al paisaje . La escala de las obras transforma los objetos en lugares. Ciudades, aeropuertos, fabricas: conjuntos organizados bajo un principio de funcionalidad. Si nos remitimos a la nomenclatura de los componentes de las placas de circuitos , encontramos esta extraña referencia a distintos lugares: redes, puertos , bahías o periferias.

Por otro lado , la artista describe su exhaustiva labor técnica como un meditación, como una conciencia temporal. Este ejercicio es similar a la producción industrial de obreros anónimas en las maquilas de China. En este sentido la obra se configura como una reflexion contemporánea asumida como post-industrial.

La placa madre de circuitos en la obra de Vivian Wolloh también puede comprenderse como la analogía perfecta de la búsqueda de un orden mental previsible, a travez de un patron de funcionalidad y pertenencia a un sistema integrado de elementos. EN este sentido , su pintura se revela como una transcripción psíquica, en la que el lienzo funciona como un espejo que proyecta imágenes mentales bajo la forma de panoramas electrónicos

Miguel Zegarra